¿Cómo llevarán mis hijos las despedidas?

Imagen donde plantea el miedo de las familias de acogida con respecto a los hijos: "yo acogería pero creo que mis hijos sufrirían mucho con la despedida"

3 de mayo de 2025

La preocupación por cómo llevarán los hijos o hijas las despedidas es muy habitual. Sin embargo, son muchas las familias que ya acogen que nos cuentan que son los hermanos y hermanas de acogida quienes gestionan mejor las despedidas.

¿Cómo llevarán mis hijos la despedida?

Las despedidas duelen, sí. No vamos a decir lo contrario. De hecho, que una despedida duela es síntoma de que la familia de acogida ha hecho una muy buena labor: se han creado unos vínculos, ése niño o niña ha pasado a ser uno más de la familia y hay una relación de apego.  ¿Qué pasa cuando en ésa casa hay más niños o niñas? Pues por supuesto que les duele la despedida, pero también es muy habitual que las niñas o niños lleven mejor las despedidas que las personas adultas. Esto es por la plasticidad de su cerebro donde no hay estructuras tan fijas e instauradas como en una persona adulta. Se les ha contado desde un primer momento que, probablemente, un día se irán, y se adaptan de una forma asombrosa. Aunque, repetimos, por supuesto que también lo pasan mal.

Testimonios de familias que ya han pasado por ahí

Pero ¿qué pasa con los hijos o hijas de la familia acogedora cuando tienen que despedirse? Hicimos esta pregunta por nuestras redes e invitamos a las familias a que nos contaran sus experiencias. Te las dejamos por aquí por si te sirve para hacerte a la idea.

«Claro que se sufre, y muchísimo, y cada miembro de la familia, lo lleva de una forma. Empiezas a pasarlo mal cuando te enteras que se marcha, y ése día se pasa mal, pero son pensamientos encontrados. Por un lado, ves la felicidad de la familia (ya sea adoptiva o familia extensa) y ves que por fin va a encontrar su camino. Pero, a la vez, tienes la pena que ya no estará con nosotros. Me quedo con la frase de mi hija: ”y los 7 meses tan maravillosos que hemos pasado”… Ése tiempo que está contigo compensa todo sufrimiento. En algunas ocasiones puedes seguir teniendo contacto, y eso también es positivo. Y poder encontrarnos y pasar tiempo juntos es maravilloso. Así que, nosotros no diríamos que es un sufrimiento, es un “por fin tienes tu camino” y si podemos caminaremos al lado.»
Respuesta de @familiaconuntoqueespecial

«Efectivamente afecta, cada uno de una manera según cómo haya vivido el acogimiento. Para algunos la despedida es un duelo, para otros una liberación. Mucha gente nos pregunta por qué hacemos pasar por eso a nuestros hijos, qué necesidad hay de complicarles la vida. Yo digo que la vida en sí es complicada, y que mientras que nuestros hijos sigan recibiendo nuestro amor igual, tener ésa experiencia de acogimiento puede parecer impactante pero a la larga dará fruto cuando sean adultos. Tenerlos en una burbuja no les hará más felices ni fuertes ni capaces de ser adultos sanos y felices. Aprender que el amor puede ser incondicional incluso con quien no es de tu sangre, aunque suponga cierta molestia o dolor, es la mayor lección de vida que les podemos dar a nuestros hijos biológicos«
Respuesta de @abrazosdeosopanda

«Completamente de acuerdo, mi hija es más empática, más consciente, menos egoísta y está aprendiendo a despedirse…la vida está llena de duelos y es dura…y está creando vínculos que la acompañarán toda su vida»
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«Somos familia de acogida desde que mi hija tenía 4 años y medio y mi hijo 11, llevamos acogidos 7 niños en 4 años y 4 meses. Algunos han estado poco tiempo, pero otros han estado un año con nosotros. Y sí, las despedidas duelen, a nosotros y a nuestros hijos. La que más los llora es mi hija, pero también espera con ilusión el siguiente niño o niña al que querer y ser su hermana mayor mientras esté en casa. Lo que más nos alivia y calienta el corazón a todos es seguir en contacto, ver que están bien y que crecen felices. Quedar con las familias es un regalo y para los niños es pura felicidad. Volvería a tomar la decisión de acoger una y otra vez. Recomiendo a cualquier persona que se informe porque hay muchas maneras de ayudar a estos niños y niñas. Necesitan ser protegidos, que menos que hacerlo. Estos bebés, niños, niñas y adolescentes son de todos y en ningún caso culpables de llegar hasta ahí. Añado que mi hija, con casi 9 años, dice que de mayor quiere adoptar a sus hijos
Respuesta de Alba Cudé

«Las despedidas siempre son duras, pero si se hacen bien y manteniendo el vínculo con el menor como parte de su historia, es lo más bonito que una persona puede hacer en la vida. El problema está cuando no hay una transición bien hecha, una despedida acorde con la situación del menor y familias acogedoras entonces a parte del duelo, la pérdida, la angustia… Entramos en un maltrato institucional para todas las partes y eso si que es una pena. Nunca se está preparado para una despedida, el éxito está en cómo se lleve a cabo.«
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«Nuestros hijos reciben una empatía, valores, experiencia que jamás hubiésemos imaginado. ¿Sufren con las despedidas? Sí, pero cuando la despedida se convierte en un ‘hasta pronto’ y hay contacto con las familias, es maravilloso. En 6 años y pico nuestra familia no consanguínea ha aumentado repartida en distintas provincias. Estamos muy orgullosos de la decisión que tomamos en familia de embarcarnos en esta aventura del acogimiento. Hace poco me mandaron un mensaje para felicitarme por el día de la madre. Cuando un padre adoptivo te envía esto, lloras de emoción. Y mi hija eso lo ve que, que no sólo sufrimos en la separación, también nos morimos de amor y agradecimiento por estas cosas. Me dice: «Mami que cosas más bonitas de ha dicho el padre del niño» «
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